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martes, 1 de mayo de 2012

El calendario maya y el 2012

He leído en Caos y Ciencia un escrito de Juan Antonio Belmonte, publicado a finales de abril 2012 sobre El calendario maya y el 2012, por lo interesante de lo que dice y sobre todo por las conclusiones lo reproduzco aquí para darle difusión, espero os guste.



El calendario maya y el 2012: It´s the end of the world as we know it?
Juan Antonio Belmonte / 30-04-2012

El pasado viernes, 13 de abril –fecha supersticiosa elegida a propósito- , más de 200 personas acudieron a una conferencia que impartí en el Museo de la Ciencia y el Cosmos en La Laguna (Tenerife), aceptando una invitación de Carmen del Puerto, directora del museo. Una asistencia así era previsible dado el tema –la siempre atractiva cultura de los mayas-y su título: "El calendario maya y el 2012: ¿apocalipsis "now"?" (véase multimedia asociado). 
La información que se está transmitiendo en los medios de comunicación y especialmente a través de la red de redes demandaba que de forma experta se diera alguna validez o se desmintiera de plano la supuesta profecía maya del fin del mundo en el año 2012.Y es que, según la cultura popular, los mayas fueron un pueblo muy avanzado dirigido por sacerdotes astrónomos, profundos conocedores de los cielos, que crearon el calendario más perfecto inventado nunca por el hombre y cuyo ciclo actual finalizará en el próximo solsticio de invierno. Una idea condimentada con teorías milenaristas de la Nueva Era. 
La conferencia empezó analizando toda esa información que actualmente circula por la red, alguna correcta y, en su mayoría, inexacta cuando no directamente disparatada. "Los mayas fueron una civilización espléndida, brillante y asombrosa, que imperó durante más de 17 siglos sobre la zona mesoamericana", hasta ahí bien; "que dominaban y conocían a la perfección las ciencias del mundo", bueno…; "que levantaron templos y palacios más grandes y en mayor cantidad que los egipcios" - obviamente escrito por alguien que nunca ha estado en Egipto- ; "que nos dejaron su calendario matemáticamente perfecto", ¿qué querrán decir con perfecto?; "que fueron grandes medidores del tiempo"; y "disponían de tres calendarios, el Tzolkin de 260 días, el Haab de 365 días, exactamente igual a nuestro calendario gregoriano, y el calendario maya de la Cuenta Larga"; y "que a través de sus calendarios, los mayas con increíble precisión, establecieron el final del mundo el viernes 21 de diciembre del 2012". A su lado, los astrónomos actuales, con sus grandes telescopios, equipos informáticos y conocimientos, no tendrían nada que hacer a juzgar por estas exageraciones.
Las "siete profecías mayas" contemplan una serie de desastres que culminarán el 21 de diciembre de 2012. La fecha coincide con un supuesto ciclo de 5.125 años, al cabo del cual "un rayo sincronizador con origen en el centro de la galaxia atravesará el Sol produciendo cambios bruscos y afectando su comportamiento" (primera "profecía"). También coincide con los 13 años posteriores al eclipse de Sol del 11 de agosto de 1999, que tanto debería haber afectado a la humanidad (segunda "profecía"). Asimismo, se vaticina "un ciclo solar especialmente intenso, combinado con una alteración del campo magnético de la Tierra, que provocará un aumento global de la temperatura del planeta, causando grandes catástrofes" (esta tercera profecía no es tan descabellada a más largo plazo, pero no por culpa del ciclo solar). Lo mismo cabe decirse de la cuarta "profecía": a causa de la ola de calor anunciada, los casquetes polares de la Tierra se derretirán, sumergiendo en el agua gran parte de los continentes y la superficie terrestres (ya estamos en parte en ello, pero no a la escala del film 2012, y debido a causas más bien antrópicas). A esto le seguirá una crisis en todos los sistemas (económico, político, social...), quinta "profecía" que ya se está cumpliendo aparentemente pero de la que nos cuesta pensar que los mayas hayan sido capaces de predecir las hipotecas subprime. Las catástrofes cósmicas continúan con el riesgo de que un cometa del tamaño de Júpiter (¿dónde está que no lo vemos?) colisione con nuestro planeta (sexta "profecía"). Y, por último, según la séptima "profecía", los mayas dejaron escrito que en estos últimos 13 años el ser humano debiera haber tenido "la oportunidad de cambiar su pensamiento, encontrar la paz interior y tener una conciencia cósmica unitaria", armonizada "con la naturaleza y la galaxia", ¿cómo se armoniza uno con la galaxia?
Sin duda, los antiguos mayas desarrollaron una gran civilización, avanzada para su época en el contexto mesoamericano, y crearon un calendario muy sofisticado porque estaban obsesionados por el tiempo, hasta tal punto que libraban guerras según los ciclos astronómicos, las auténticas starwars o guerras estelares. El antiguo calendario maya (en realidad un sistema de cómputo que ligaba varios calendarios) era una herramienta muy sofisticada que demuestra que conocían la duración más o menos exacta del año trópico, con un error adecuado para sus conocimientos, y los ciclos lunares, pues eran unos observadores del cielo muy concienzudos. También tenían un conocimiento relativamente preciso de los movimientos de otros objetos celestes como el planeta Venus, para ellos un astro muy importante porque cuando salía en una posición determinada podía ser el momento para que el rey de una ciudad pusiera en marcha su ejército y atacara a la vecina. 
Sin embargo, se ha de destacar que el conocimiento astronómico de los mayas era similar al de los antiguos egipcios en cuanto al nivel de cálculo mientras que su precisión no superaba al de los babilonios. Su obsesión por el tiempo contribuyó a idealizar a la sociedad maya, que no era tan mansa como se ha creído, sino que era una cultura de ciudades estado en guerra permanente por el control de los escasos recursos en un área sujeta a un continuo estrés hídrico y medioambiental. Hasta fecha reciente se ha pensado que los "pacíficos" mayas eran la antítesis de los "salvajes" aztecas (cuyo calendario, regulado por ciclos de 52 años y sus eras, o "soles", era similar pero diferente al de los mayas por lo que no se les debiera confundir), cuando fueron igual de sanguinarios para su tiempo, con soberanos que manipularon fechas para su beneficio y con mitos y cosmogonías compartidas en algunos casos por ambos pueblos.
Es necesario ser un buen conocedor de las culturas mesoamericanas y, en especial de la cultura maya, para entenderlas en toda su rica variedad y en su dilatada cronología que diferencia claramente varios periodos culturales. Hay que analizar enclaves de importancia como Copán, Quirigua, Tikal o Palenque, estudiar los monumentos del periodo clásico que incluyen fechas de la Cuenta Larga, y los textos jeroglíficos que nos legaron (en estelas o en códices, como el de París o Dresde), para poder darse cuenta de que la única inscripción que habla del fin de un ciclo del tiempo en 2012 está en una estela, el Monumento 6 de Tortuguero, un yacimiento maya no especialmente impresionante de la costa del golfo de México. Sin embargo, en ella faltan dos de los glifos esenciales para la comprensión del texto, que están dañados (véase multimedia asociado), y sólo puede leerse "El decimotercer Bak’tun finalizará en 4 Ahau, 3 K’ank’in. ¿…? ocurrirá. (Será) el descenso (?) del Dios(es) "Nueve Apoyos" a ¿…?". Falta pues saber qué ocurrirá y dónde descenderá ese dios de nombre tan peculiar: es lo que el mayista David Stuart llama la "Ley de Murphy de la Epigrafía". Por el contrario, otras inscripciones halladas en Palenque, singularmente en el Templo de las Inscripciones donde se encuentra la tumba de Pakal (véase multimedia asociado), y en otros lugares demuestran claramente que para los mayas no acaba ningún ciclo en 2012 y el tiempo va más allá de este año. 
Todos sabemos que durante la historia de la humanidad siempre ha habido multitud de predicciones sobre el fin del mundo, profecías que no se han cumplido. ¿Será la profecía maya otra predicción que no se cumpla? Es muy probable que así sea. Pero ¿qué dicen los mayas al respecto, dado que aún siguen entre nosotros? Nada mejor que las palabras del sacerdote maya Apolinario Chile Pixtun, quien manifiesta que "la profecía no tiene nada que ver con los mayas, sino más bien con el mundo occidental, e invita a todos quienes están divulgando esta catástrofe a tomarse una limonada con él el día siguiente a la supuesta destrucción". 
¿Y los mayas clásicos que supuestamente hicieron la predicción original? Hay bastantes evidencias, en Yaxchilán, Palenque y Tikal, entre otras ciudades, que muestran que, si bien los mayas resetearon la Cuenta Larga en el último 13.0.0.0.0. 4 Ahau 8 Kumku’ (13 u 11 de agosto de 3114 a.C., fecha mítica), no planeaban hacerlo de nuevo en el 13.0.0.0.0 4 Ahau 3 K’ankin (23 o 21 de diciembre de 2012). Parece como si pensasen que no habría más (re)creaciones después de ésta última. Por tanto, tras 13.0.0.0.0 vendría 14.0.0.0.0 y después 15.0.0.0.0… y así sucesivamente. Por consiguiente, el 13.0.0.0.0. 4 Ahau 3 K’ank’in parece bastante irrelevante.
Sí es alarmante, sin embargo, el siguiente dato: se han publicado más de 1.000 libros sobre el 2012, de los que sólo tres son análisis serios. De éstos últimos, el de Mark von Stone es sin duda el mejor (véase enlaces relacionados). La mayoría de los "otros" libros desplaza el final de la Era de Piscis y la entrada en la Era de Acuario al fin del ciclo maya del 2012, mezclando teosofía, supuesto "chamanismo" maya, milenarismo y astrología, batiburrillo que ha ido surgiendo tras el bestseller "The Mayan Factor", publicado en 1987, de José Argüelles (véase multimedia asociado).
"Sea lo que sea lo que el Monumento 6 de Tortuguero nos diga –advierte el antropólogo Stephen Houston- , ha de relacionarse con el edificio asociado a la inscripción. No tiene nada que ver con la profecía o los supuestos eventos que nos esperan en el 2012. Sobre esto, los mayas muestran un silencio pasmoso, o como mucho, unas asociaciones de ideas más bien aburridas y nada trascendentes." Y, en cualquier caso, creo que debiéramos quedarnos con la siguiente idea: "si los mayas no fueron capaces de prever su propio colapso, ¿por qué iban a ser capaces de prever el nuestro?" Dejen pues de preocuparse, si es que lo estaban, y disfruten de la vida.